EN COLOMBIA, CONTINUA ASESINATO A LÍDERES SOCIALES Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS


Por. Víctor Garavito

Luego que el candidato del Centro Democrático Iván Duque, ganará la presidencia del país, acompañado por los sectores más radicales de la ultraderecha colombiana, liderados por el senador Álvaro Uribe Vélez, y de reconocidas iglesias cristianas, se inició una ola de amenazas a dirigentes sociales, políticos y defensores de derechos humanos tras declararsen en oposición al nuevo gobierno que asumirá las riendas del Estado el próximo 7 de agosto.

 En efecto, solo pasaron dos días cuando circuló un panfleto en el sur de La Guajira del grupo narcoparamilitar del autodenominado bloque norte de las “Águilas Negras”; el pasquín declaró como objetivo militar a varios integrantes del sector que se constituyó en la opción alternativa a la ultraderecha, encabezado por Gustavo Petro Urrego, candidato de Colombia Humana y una amplia coalición de movimientos y partidos independientes como Fuerza Ciudadana, Movimiento Alternativo Indígena y Social. -Mais-, la Unión Patriótica, un sector de los Verdes y del Polo, entre otros.

Imagen tomada de twitter
Días más tarde de la aparición del impreso que señalaba: “Es el momento de limpiar este país”, fue asesinada en Maicao, Guajira, la educadora Evelia Francisca Atencia Pérez, reconocida líder de Colombia Humana.

Hasta ese momento en país llevaba 92 lideres sociales asesinados en este año y varios perseguidos a través de los organismos de seguridad del Estado, en lo que se ha llamado los falsos positivos judiciales. Sin embargo, sobre la 1:00 de la tarde del jueves 21 de junio, en inmediaciones de la carrera 3 entre calle 4 y 5 del barrio La Floresta de Maicao, dos sicarios en moto ultimaron a Evelia Francisca.

Mientras esto sucede, el Fiscal General de la Nación Néstor Humberto Martínez Neira, sale por los dos medios privados de información a desestimar las denuncias amenazantes que circulan por todo el territorio nacional y lo que se constituye en un sistemático exterminio de quienes son la oposición política en el país.

Hoy, en el municipio de Argelia, al occidente del Cauca, en jurisdicción de la vereda El Sinaí, fue escenario de una masacre más, que quedó silenciada por el partido del Mundial de Fútbol.

Testigos señalan que dos camionetas custodiadas por paramilitares arrojaron los cuerpos de siete hombres en las horas de la madrugada y cuyas edades oscilaban de los 25 y 35 años; todos ellos presentaban diversos impactos de bala. Pero horas más tarde, de manera apresurada el general Jorge Herrera, comandante de la Brigada 29 del Ejército Nacional, salió ha señalar como responsable del hechos al ELN.

Esta cortina de humo, al mejor estilo de Álvaro Uribe Vélez, fue desmentida por el grupo insurgente; mientras, los medios de difusión repetían al unísono la versión castrense para que el imaginario colectivo identificará como autores de la masacre al Ejercito de Liberación Nacional -ELN-. De esta forma, quedó devela la nueva estrategia de demolición para romper los esfuerzos de los diálogos de paz, porque el nuevo gobierno, en manos del Centro Democrático ya hace lo que prometio: “Hacer trizas la paz”.

Fotografía tomada de Twitter. Masacre de Argelia Cauca
Este mismo martes 3 de junio, sobre la 1:00 de la tarde, cuando los colombianos vivían los primeros minutos del partido de la selección Colombia frente su similar de Inglaterra, era asesinado por dos sicarios motorizados que entraron a la residencia del líder comunal Luis Barrios Machado, en el municipio de Palmar de Varela en el Atlántico. Así mismo, fue asesinada Santa Felicinda Santamaría, presidenta de la Junta de Acción Comunal del Barrio Virgen del Carmen, de la Comuna 2 de Quibdó.

Igualmente, hoy también se conoció a través de las redes sociales una grabación donde el narcoparamilitar “Carlos Mario”, amenaza a la profesora Deyanira Ballestas de San Pablo, Sur de Bolívar (Escuchar audio).



Acecho a los periodistas

Por otro lado, el pasado lunes 2 de julio se conoció que al periodista Juan José Hoyos de Medellín, le asaltaron su residencia y solo le hurtaron un computador, un disco duro, la videograbadora y la cámara fotográfica, que contenía material sensible de su investigaciones que podrían afectar a figuras de la política nacional.

Fotografía tomada de Twitter.
Lo extraño del hecho es que, según el comunicado de la Fundación para la libertad de Prensa -Flip-, la puerta del apartamento del reportero era blindada y su peso alcanzaba los 120 kilos, lo que se presume que fue un trabajo realizado por un comando de operaciones especiales, pagados por los interesados que no salgan a la luz pública sus investigaciones.

Lo grave del asunto es que las fuentes de la información del comunicador se encuentran en grave peligro, por lo que se le pidió a la Unidad Nacional de Protección -UNP- medidas urgentes para preservar sus vidas, dado que últimamente los declarantes son asesinados en el país, como sucedió en el caso de los falsos testigos de Álvaro Uribe Vélez.

En la actualidad, tras la creación del Cuerpo Élite de la Policía, que tiene como fin investigar los asesinatos contra los líderes sociales y defensores de derechos humanos en el país, cuya cifra alcanza los 171, según las Naciones Unidas -ONU- se reportan tan solo 15 sentencias, lo que deja entrever la lentitud de los organismos judiciales, en especial la Fiscalía General de la Nación, donde muchos de los hechos quedan cubiertos por el manto de la impunidad.

Frente a todos estos casos, varios sectores sociales y políticos se plantean realizar una gran marcha el próximo 7 de agosto, así lo propuso en su cuenta de twitter Gustavo Petro: «debe ser una movilización nacional y mundial por la Paz de Colombia. Demostremos al mundo que somos las ciudadanias libres que no se van a dejar matar»(sic).

Fotografía: ©Artistas Zona, Víctor Garavito, 2016.

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