DUQUE, CAICEDO Y EL MAGDALENA, ¿OTRA ESTRATEGIA DE PARTIDO?


Por. Víctor Garavito

Desde que inicio nuevamente el régimen del Centro Democrático, que encarna el presidente Iván Duque, todas las semanas estalla un escándalo político. Y por supuesto los más interesados en que se mantenga esta tóxica coyuntura son los medios privados de comunicación, porque la prensa vive de esta intrincada realidad colombiana, para ellos somos una mercancía más con la que sobrefacturan la información.

Esta convulsionada semana inició con la publicación de las declaraciones de renta de altos funcionarios del Estado; fue así como los colombianos nos enteramos que el presidente paga cero pesos ($0) en impuestos, mientras su Ley 2010 de 2019 o Ley de Crecimiento Económico -Reforma Tributaria- subió el IVA al 19% para la canasta familiar y entregó 9 billones de pesos en exenciones a las grandes emporios económicos y multinacionales extranjeras; así se escenifica, ni más ni menos la lucha de clases de los más ricos contra los más pobres y excluidos del país.

Pero también, se llevaron a cabo en la Casa de Nariño, reuniones con algunos mandatarios regionales; “el Jefe de Estado conversó” con los gobernadores de La Guajira, Magdalena, Risaralda, Antioquia, Cesar, Huila, Caquetá, Valle del Cauca, Boyacá y Meta.

¿Pero qué tienen que ver esas reuniones con la intrincada realidad política del país? Pues bien, lo primero que hay que señalar es que Duque sentó a los gobernadores con algunos congresistas de los departamentos de sus regiones y no hay que olvidar que en el 2021 se llevaran a cabo las elecciones de Senado y Cámara.

Hoy para nadie es un secreto que tanto Duque como el Congreso de la República, vienen en franca caída en las encuestas; el presidente no ha logrado levantar desde su posesión; además, batió récord  por ser el primero con la más alta desaprobación de su gestión y por ser el más impopular; por su lado, el Congreso es la institución más vilipendiada por los colombianos, más si se trata del actual legislativo, liderado por la coalición de gobierno que conforman los partidos Cambio Radical, el Conservador, , el partido de la Unidad Nacional -U- y el sector del liberalismo encabezado por el expresidente Cesar Gaviria; además, de los cristianos del MIRA y Colombia Justa y Libres.

Para algunos, la jugada de Duque buscaba cumplir tres objetivos; el primero era dar la sensación a los colombianos de las regiones, donde crece el descontento social y aún no convence su estilo de gobierno, caracterizado por no escuchar a la nación, la que no simplemente quiere una conversación cosmética sino un diálogo real, es decir, una negociación frente a sus legítimas aspiraciones.

Por su parte, el único gesto de gobernanza de Duque es salir a viajar por el mundo. mientras la gente sale a las calles a expresar su descontento, continúan los asesinatos de líderes sociales, como también a niños; así ocurrió en el Caquetá en el 2019 cuando fueron bombardeados niños reclutados por las disidencia de las Farc y, para completar, el Centro Democrático prepara un proyecto de ley que limitaría la protesta social.

El segundo objetivo era sentar las bases para deslegitimar el Paro Nacional, como lo hicieron con el del pasado 21 de noviembre del 2019 y el del 21 de enero del presente año. En congruencia con las acostumbradas estrategias uribistas: la de tender cortinas de humo, generar hechos noticiosos para distraer la atención sobre la realidad país o crear noticia falsas, pero en esta ocasión el propósito era tener una caja de resonancia: la voz de los gobernadores como vasos comunicantes.

Y, la tercera, pero no la menos importante, legitimar a los Congresistas frente a la elecciones del 2021 y claro esta mover el negocio de los cupos indicativos -la mermelada- de la desprestigiada clase política colombiana, lo que en cierta medida se vio como una rueda de negocios para senadores y parlamentarios, porque con esos recursos públicos se aceitará la maquinaria electoral que tiene mantiene la clientela en las regiones.

Pero ni Duque ni las mafias política regionales contaban con las amplias declaraciones que este jueves dio desde Caracas la exsenadora por el partido Conservador y prófuga de la justicia Aida Merlano Rebolledo, quien desató una tormenta política y develó la forma cómo es que se llega al poder en este país; de esta forma, dejó al descubierto la corrupción de los hermanos Gerlein y los intocables  Char; además, la supuesta complicidad de Uribe Vélez, Germán Vargas Lleras, el exfiscal Néstor Humberto Martínez Neira, Luis Carlos Sarmiento Ángulo y el propio presidente, quien se benefició de la red de compra de votos que se mueve en el Caribe.

Para decirlo al estilo de la emisora Olímpica de los Char: «se metió» Aida Merlano y mordió al tiburón, aunque de esos no solo hay uno en Barranquilla,ya que esta especie no está envía de extinción; al contrario, se reproduce en el resto del país; mientras el pueblo colombiano a punta del Carnaval, Champeta y futbol se mantiene alejado de su propia realidad y enajenado por los medios de información, solo así la clase política y los empresarios pueden pescar en este mar de corrupción. Por otro lado, el caso de Merlano Rebolledo, volvió a recordarnos la triste suerte de las excongresistas uribistas de la parapolítica Eleonora Pineda y Rocío Arias.

No obstante, ante la noticia provocada por Merlano, distintos voceros de los partidos de la coalición de Duque y la misma Ministra de Justicia, Margarita Cabello Blanco, salieron a restarle credibilidad a su testimonio, argumentando que ella era una criminal. Aunque el país no se olvida cuando se fugó el “buen muchacho” Andrés Felipe Arias, condenado a 17 años de cárcel por corrupción, al que llamaron perseguido de la justicia; en esa ocasión el Centro Democrático se rasgaba las vestiduras y realizaba todo tipo de campañas en el ámbito internacional, con el fin de burlarse de la Ley, cosa que en cierta medida lograron y dejó al descubierto lo poco que importa la justicia cuando los toca ellos.

El argumento de la ministra nunca se refirió en detalle al pronunciamiento de la exsenadora; la tesis de la Cabello Blanco, quien intentó en hacer control de daños a la imagen del Centro Democrático, solo está basada en la postura ideológica de la ultraderecha colombiana que representa quienes hoy se encuentran en el poder.

Para Duque y la coalición de Duque «son una fabricación del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, que buscan atacar la honra del Presidente de la República de Colombia e intentan vulnerar la credibilidad de las instituciones colombianas» dice el pronunciamiento; pero no hay que hacer ningún esfuerzo frente al descredito del actual gobierno, así lo dejan claro las encuestas de la imagen desfavorable del régimen uribista, donde la corrupción es moralmente aceptada como el negocio del poder.

El Magdalena y Duque

El martes que recibió Duque al Gobernador del Magdalena, se constituía en el primer encuentro entre los dos mandatarios que tienen orillas ideológicas distintas. Aunque cualquiera de los 10 gobernadores que asistieron a las reuniones con el presidente tenía como intención llevar sus proyectos e iniciar un diálogo con el gobierno nacional; así lo hizo Caicedo Omar en la reunión en Bogotá.

Luego del encuentro trascendieron los detalles y las propuestas que le hiciera el gobernador del Magdalena a Duque; sin embargo, en ese mismo evento el presidente señaló que eran 51 proyectos los iba a entregar próximamente en el Departamento, obras que habían sido ejecutados por la exgobernadora de Cambio Radical, Rosa Cotes de Zuñiga.

El singular pronunciamiento frente a los congresistas del Magdalena, buscaba limpiarle la imagen a la casa Cotes, porque no solo son socios políticos del presidente sino que mantienen identidad ideológica. Esta defensa a ultranza del cuestionado gobierno de los Cotes se dio luego que Caicedo Omar instalará la Comisión de Transparencia, que además tendrá como labor desentrañar la corrupción de quienes rigieron los destinos del Magdalena en los últimos ocho (8) años.

Pero las cosas no queda ahí, tras la reunión, los seguidores del senador del Centro Democrático Honorio Enríquez, hicieron circular versiones desde la bodega uribista del Magdalena donde lo señalaban como el verdadero artífice del evento en la Casa de Nariño, con el fin de restarle protagonismo a Caicedo y reivindicarse con el departamento.


Pero para rematar, a través de la red social de twitter, este 6 de febrero, apareció sobre las 12:46 de la madrugada y desde Barranquilla, después del revuelo que causaron las declaraciones de Aida Merlano, el honorable senador decidió retuitiar y repetir el comentario de su mentor, Álvaro Uribe Vélez, y como siempre lo hace demostró su más excelsa capacidad argumentativa, comunicativa creativa: «Por moralidad urge reforma a la justicia». Al parecer, haber llegado a la conclusión de este complejo argumento, refleja la más alta capacidad de abstracción y la más elevada lectura sobre la realidad de nuestro país a la que llegan los uribista.


https://twitter.com/honohenriquez/status/1225470861613969410

Aunque, llama la atención de su contenido, debido a la referencia a la reforma a la justicia solo por un asunto de moralidad, usando un tuit sobre la decisión del Gobernador durante la instalación de la Comisión por la Transparencia y la Moralidad Pública del Magdalena. Para algunos, el tuit del senador Uribe Vélez es otra cortina de humo y para otros, el hecho se constituye en la respuesta del Centro Democrático al mandatario del Magdalena, porque sienten que él desafió al Estado de opinión del régimen de la extrema derecha que ocupa la Casa de Nariño.



https://twitter.com/carlosecaicedo/status/1224293405221642241


https://twitter.com/AlvaroUribeVel/status/1225458678096113665

Es decir, al tener como investigadores a persona como el exmagistrado auxiliar e investigador de la parapolítica y de corrupción de Guatemala donde cumplió una brillante labor para la Naciones Unidas, se podría volver a desentrañar los mecanismos de la presunta corrupción empleados por la clase política magdalenense, como lo ha señalado el propio Gobernador.

Este proceso reviviría, de cierta forma, hechos como los de la parapolítica, donde se configuró un modelo de apropiación no solo de los hidrocarburos, la tierra de los campesinos, las rutas del narcotráfico sino de los recursos del Estado con los que se enriquecieron los paramilitares, la clase política y diversos sectores de la sociedad del Magdalena. De esta forma, quedaría al descubierto y nuevamente en contexto los hechos que aún no se conocen en el departamento.

Peligroso para muchos, no solo en el Magdalena sino que todos los caminos conducen “al patrón” como dicen en El Difícil -Municipio de Ariguaní- y a los partidos que acompaña a la ultraderecha colombiana; de esta forma, nuevamente el Gobernador queda en la mira de sus enemigos políticos.

Pero en esta ocasión y en medio de la actual coyuntura el hecho adquiere relevancia, porque al satanizarlo Uribe vía twitter el hecho es preocupante; hay que recordar como coincidencialmente muchos de los testigos que han declarado en contra del expresidente y su hermano Santiago Uribe, han sido asesinado y como el mismo dijo: ¿Qué supone uno?. Pero, adquiere mayor riesgo sí escuchamos detenidamente las sentidas condolencias que dio el Comandante del Ejército del señor general Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda por la muerte del sicario del Cartel de Medellín, Popeye; lo que demuestra hasta donde llega la [doble] moral a la que se refiere Uribe, del país donde ellos se propusieron en hacer trizas los acuerdos de paz, negar el conflicto armado interno y por supuesto la verdad como posibilidad de reparación a las víctimas.

¿Y que tiene que ver esta realidad con todos nosotros? Esta semana en el parque de Manzanares de Santa Marta un grupo de niñas entre los 9 y 12 años que salían de su jornada estudiantil se encontraban haciendo mal uso de los juegos infantiles y vecino del sector se acercó a pedirles que no lo hicieran; ellas contestaron de forma airada que estaban en Colombia y que aquí se podía hacer lo que ellas quisieran y le dijeron a grito entero al preocupado ciudadano, que si las seguían molestando lo iban acusar de acoso.

Si seguimos así estamos condenados a fracasar como sociedad, de donde hace tiempo navegamos en los oscuros abismos de nuestra propia muerte. Este es el daño que Álvaro Uribe Vélez le hace al país.

Fotografía: Archivo Presidencia de la República y Social Media.

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