JUSTIN TRUDEAU, ÁLVARO URIBE VÉLEZ Y LOS NAZIS

Las jugaditas uribistas ya son de tipo exportación por su invaluable aporte a la democracia. Un ejemplo de ello es lo que sucedió en el Parlamento Canadiense con la presencia del Primer Ministro Justin Trudeau y al lado del promotor de la escena, el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski.


Así como Salvatore Mancuso fue ovacionado por el Congreso de la República, el pasado viernes 22 de septiembre el Parlamento de Canadá se rindió homenaje al fugitivo del juicio de Núremberg, el inmigrante ucraniano Yaroslav Hunka, un nazi que perteneció a la Décimo Cuarta División Waffen del Tercer Reich, conocido como SS Galizien, y quien estuvo involucrado en crímenes contra la humanidad durante la Segunda Guerra. 
Este hecho ha causado indignación en el mundo, no obstante los grandes medios de comunicación guardan silencio, pero tiene en aprietos al gobierno canadiense y de paso nos recordó la frase del comediante, actor y escritor norteamericano George Denis Patrick Carlin: “Cuando el fascismo llegue a Estados Unidos, no será con camisas marrones y negras. No será con botas militares. Serán zapatillas Nike y camisetas con sonrisas”. 

En Colombia 

La ovación que los Partidos Uribistas le dieron a Salvatore Mancuso, Ramón Isaza y Ernesto Báez en el Congreso de Colombia el 28 de junio de 2004 legitimó el “Narco-Estado” fundado por Uribe Vélez y, de paso, nos hacía una clara advertencia que le costó al país 6.402 jóvenes colombianos asesinados por cuenta de su política de la Seguridad Democrática, corrupción en todos los niveles y la más alta impunidad en su historia, que nuevamente lo tienen mintiéndole al país y el mundo. 

 

Sin embargo, el único congresista que en ese momento se opuso y usó su derecho de réplica para intervenir en la sesión luego del discurso de Mancuso y señalar la gravedad de los hechos, fue el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, discurso que no fue transmitido en directo por Señal Colombia porque la interrumpió abruptamente. 

Fue durante el primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez y dentro de las concesiones que el Estado les ofreció a los paramilitares y fruto del frustrado proceso de paz con esta organización criminal, cuando Salvatore Mancuso en 46 minutos y 15 segundos le ratificó al país que el 65% del Congreso les pertenecía porque ellos los habían hecho elegir; más tarde, 60 congresistas fueron condenados con cárcel por la Corte Suprema de Justicia. 

En ese preciso momento, Uribe Vélez señaló con el cinismo que lo caracteriza: “Desde que haya buena fe para avanzar en un proceso, no tengo objeción a que se les den estas pruebitas de democracia” y con esa lógica argumentativa lo justificaba todo. No obstante, los traicionó y los extraditó a EEUU, con el propósito que el país no se enterará de nada y ahora los capos del narcoparamilitario están confesando la complicidad del expresidente en la Jurisdicción Especial para La Paz (JEP), porqué él se opone a la verdad.  

 

En Canadá 

Como si se tratará de una lección aprendida de la noción fascista de la democracia uribista y casi calcada de los colombianos, durante el discurso que pronunció el pasado viernes en el parlamento canadiense por el presidente de Ucrania, Zelenski, su Cámara se puso de pie y aclamó al héroe, al nazi Yaroslav Hunk. 

Este veterano  de 98 años que perteneció a la SS Galizien, división que contribuyó al exterminio sistemático de la población judía en Ucrania, a los polacos y participó en múltiples masacres contra los pueblos desleales al Hitler, pero fue aclamado como héroe solo por luchar contra los rusos. El gesto de la clase política canadiense refleja hasta donde llega el odio y la hipocresía en occidente. 
Por otro lado, hay que señalar que la historia de esta unidad fue blanqueada tratando de ocultar sus crímenes de guerra y que en esa tarea están un grupo de veteranos en Occidente. Con este suceso y al honrar a un criminal nazi como a un “héroe” surge inmediatamente la pregunta: ¿Cuál es el mensaje a la sociedad sobre las verdaderas intenciones y la visión del mundo de la clase política? 

Hay que recordar que las Fuerzas Armadas Canadienses (CAF) en 2020 entrenaron a los nazis del reconocido Batallón Azov de Ucrania, mientras que los funcionarios canadienses se reunían con los altos mandos, como la misma prensa canadiense lo informó. 

Así mismo, es significativo que en Canadá existen varias estatuas en honor a los nazis y a sus colaboradores; también en el país del maple se persiguen a los ciudadanos que vandalizan estos monumentos porque para algunos representan lo peor de la humanidad. 

La Agencia de Prensa AP miente y señala que el invitado de honor en el discurso de Zelensky en la Cámara fue miembro de la “Primera División Ucraniana”, el eufemismo sirve para esconder la realidad y no decir que eran las Waffen SS

Trudeau y Uribe 

Y como si fuera una de las famosas cortinas de humo uribista, completamente plagiadas a Uribe Vélez, Trudeau afirmó que no tuvo nada que ver con el escándalo que implica el homenaje a un exmiembro de las SS Waffen en el parlamento; también, dijo que ni él ni la delegación del presidente Zelenski estaban al tanto de la invitación al parlamento ni de los planes para honrar Yaroslav Hunk, con lo que intentó desmarcarse del hecho y responsabilizar a otro, al presidente de la Cámara, a quién elogió por haberse disculpado y bajo al estrategia de “todo fue a mis espaldas y nadie sabía”. 

Como lo hace Álvaro Uribe Vélez, el Primer Ministro de Canadá, Trudeau se dedicó a culpar a lo que llamó propaganda rusa, quien según él es la responsable que la Cámara canadiense haya honrado a un nazi: “Obviamente, es extremadamente perturbador que esto haya sucedido... Esto es algo que es profundamente embarazoso para el Parlamento de Canadá... Va a ser realmente importante que todos nosotros respondamos a la propaganda rusa, a la desinformación rusa y continuemos con nuestro apoyo firme e inequívoco a Ucrania”. ¿Qué tiene que ver la propaganda rusa con que Trudeau honre a un nazi en él? 
¿Qué sigue para Canadá? 

Algunos opinan que se debe una disculpa a cada superviviente del Holocausto Judío y veterano de la Segunda Guerra Mundial que luchó contra los nazis; no obstante, se debe explicar cómo un criminal recorrió, lo que para los canadienses son los “sagrados pasillos de su Parlamento” para recibir el homenaje del presidente de la Cámara. 

Para otros fue inaceptable reconocimiento a un criminal nazi o a los “ideólogos ultranacionalistas” ucranianos que aún sueñan con un Estado étnicamente homogéneo y respaldan la idea de la limpieza étnica.

Pro su parte, el Centro Simón Wiesenthal (FSWC) manifestó: “Yaroslav Hunka, un inmigrante ucraniano de 98 años, fue presentado por Anthony Rota, presidente de la Cámara de los Comunes, como un veterano de guerra ucraniano-canadiense de la Segunda Guerra Mundial que luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos… un héroe ucraniano y un héroe canadiense, ignorando el horrible hecho de que Hunka sirvió en la 14ª División de Granaderos Waffen de las SS, una división militar nazi cuyos crímenes contra la humanidad durante el Holocausto están bien documentados”.

Finalmente, perece ser que el Primer Ministro canadiense decidió seguir las lecciones de Álvaro Uribe Vélez. 

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