DEL VALLENATO QUE NADIE QUIERE HABLAR, MÁXIMO JIMÉNEZ A SUS 72 AÑOS


No será una de las rutilantes figuras del vallenato, tampoco lo habrá visto aparecer en las secciones de entretenimiento de los telenoticieros ni ha sido foto de portada de las revistas especializadas de farándula, pero su música es posible que este más cerca a usted de lo que se imagina; se trata del compositor monteriano Máximo José Jiménez Hernández, el llamado “cantor del pueblo”, como lo conocen en las sábanas de Córdoba y Sucre. 

Cualquier fanático del vallenato que se respete, jamás puede atreverse a olvidar al “Indio Sinuano”, del cantautor Jiménez Hernández; aunque por esas mismas composiciones sufrió la persecución implacable del Estado colombiano y su total olvido por cometer el atrevimiento de narrar como testigo y protagonista los rigores de la vida diaria y la lucha de los trabajadores del agro en el Caribe. 

Un primero de abril de 1949 nació en Santa Isabel, Córdoba, donde recibió como herencia la cultura musical de su padre José y su abuelo Bartolo Jiménez; el excluido artista del folclor con sus 72 años de edad, muchos de ellos dedicados al género del vallenato protesta, que en su esencia narra y denuncia parte de la historia de desigualdad y de violencia que el país sigue sin resolver. 

Por eso, la en su discografía encontramos temas que mezclan lo cotidiano con las aspiraciones de trabajadores del campo, el derecho a la tierra, el acceso a salarios justos y dignos; pero también se detiene en lo urbano, en la fuerza del movimiento estudiantil y la lucha de los maestros por el derecho a la educación y la salud, reivindicaciones que aún siguen presente en nuestra sociedad; por otro lado, nos habla del valor de la diversidad y el reconocimiento de la cultura Zenú. 

Por está razón, “el cantor de las masas” como también se le conoce, con canciones como el Burro Leñero, Confesión de un Terrateniente y Pacho Camberra fue y aún es el más censurado en las emisoras del país, porque a los poderosos no les interesa saber piensa la gente pero tampoco que nadie se entere que los demás, porque tal vez su problema es muy parecido al de otros y puede crecer el descontento social. 

A Máximo Jiménez, un amigo de Álvaro Uribe Vélez, el temido Vence Zabaleta junto con el extinto Departamento de Administrativo de Seguridad –DAS-, le hicieron un montaje judicial, en varias ocasiones término tras la rejas en una cárcel y fueron muchos los intentos de asesinarlo que logró sortear el artista, señaló en su homenaje Fuerza Ciudadana. 

Todos estos hechos lograron arrancarlo de su tierra a Máximo José Jiménez Hernández y para proteger su vida padeció el rigor del desplazamiento forzado y el exilio como refugiado político en Austria por cerca de 20 años donde denunciaba las atrocidades por la que atravesaba el país por cuenta de la violación permanente de los derechos humanos, que hoy comienzan a conocerse por datos oficiales, como las 6.402 ejecuciones extrajudiciales a manos del Ejército colombiano dentro de la política de Seguridad Democrática liderada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez y que al parecer se aplica fielmente por quien encarna los postulados uribista, el actual presidente Iván Duque Márquez.

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