UN MAL COMIENZO NOS ANUNCIA UN FINAL DESASTROZO


Así como inició la presidencia Iván Duque Márquez, así terminó, con mentiras. Sin embargo, esta vez el escenario lo interpeló: Mentiroso, le gritaron a quien por todos los medios intentó erigirse como el nuevo líder de la oposición en Colombia durante la instalación del nuevo Congreso de la República 2022-2026

Ante este inusual hecho, la noticia rápidamente se viralizó y recorrió el mundo: la imagen de un mandatario abucheado, con cara de pocos amigos que vociferaba los supuestos logros de su mandato frente a quienes hoy representan las aspiraciones de cambio del pueblo colombiano, le dieron la estocada final a su mandato. Mientras Duque subía el tono para que lo escucharan, tal vez con la pretensión que nadie recordará los 87 billones de deuda externa con la que empeñó el país, los nuevos congresistas el coro repetían lo que hasta ayer era impensable, ante un presidente que se negó a escuchar a los colombianos ni respeto el Estatuto de la Oposición. 

Así quedó deslegitimado, no solo sus cuatro años del gobierno “perfeccionista” del Centro Democrático y de la coalición de partidos tradicionales que lo acompañaron -Cambio Radical, Colombia Justa Libres, MIRA, la U, Liberales y Conservadores- sino su proyecto de presupuesto para el 2023 que alcanza los 392 billones, es decir, el 27% del PIB, de los cuales 77.8 billones serán destinados para pago de la deuda, 54 billones en intereses, con un rublo de inversión que bajó de 70 a 63 billones y la eliminación del Ingreso Solidario. 

La última jugadita 

Ayer todo empezó mal, pero presenciamos la última jugadita del Centro Democrático. En primer lugar el exsenador conservador Juan Diego Gómez, presidente saliente del Congreso, ni la exparlamentaria del Centro Democrático Jénifer Arias, no resultaron elegidos para el nuevo periodo constitucional, pero presidieron la sesión, violando así la Ley 5 de 1992 que estableció el Reglamento del Congreso. De igual forma, como ya lo habíamos anotado anteriormente, el presidente de la República no escucha la réplica de la oposición que era su deber y que no se puede delegar porque es una respuesta, a la cual los opositores tienen derecho, según el artículo 112 de la Constitución Política la Ley 1909 del 2018.

Si de jugaditasse trata, el mismo tono altisonante y pendenciero del presidente fue usado por el huilense y tristemente recordado exsenador Ernesto Macías Tovar, quien en el acto de posesión de Duque, el 7 de agosto del 2018, se fue lanza en ristre contra el gobierno de Santos, porque al Centro Democrático quería hacer “trizas el proceso de paz”, pero en esta ocasión lo hizo el mismo mandatario, pero no le fue nada bien. 

La Prensa 

Para los medios de información en el país y sus rutilantes estrellas, el suculento plato estaba servido; por supuesto, cumplieron con su función: ser instrumentos de difusión ideológica y hacer el control de daños al establisment, a ellos lo único que les interesa es mantener su status quo; por eso, los periodista no escatimaron esfuerzos para cuestionar la respuesta que los nuevos congresistas le dieron a Duque: -Mentiroso. 

De ahí que, todos los medios al unísono se quedaron en la forma, para ellos fue un “bochornoso” espectáculo en contra de la  glamurosa institucionalidad que representa el presidente. Simplemente les cuesta leer y reconocer la otredad de un país distinto que expresa sus imaginarios colectivos y que inició la búsqueda de un proyecto conjunto de nación (Colombia no comienza ni termina en la carrera 7 con calle 11 en Bogotá), y porque siempre nos mienten.

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