SATRAPAS Y RATAS, ASÍ LLAMÓ UNA SENADORA MEXICANA A LA DERECHA DE SU PAÍS
Por. Victor Garavito
“Sátrapas, ratas, entrelucidos y lurios, así se los digo y se los sostengo y no les tengo miedo cabrones!”, así concluyó la intervención la senadora mexicana Lucia Trasviña Waldenrath, el pasado 21 de marzo.
El Congreso de la Unión o senado de la República, como se le conoce a la Cámara Alta del poder legislativo del Estado de México, está conformado por 128 representantes, de los cuales 59 pertenecen al Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, actual partido de gobierno, en cabeza del presidente Andres Manuel López Obrador, quien fuera acompañado por la coalición progresistas integrada también por el Partido del Trabajo, PT y Encuentro Social, PES.
Y es precisamente a la coalición de izquierda mexicana, más concretamente a Morena, que pertenece la senadora Trasviña Waldenrath, quien representa al sector Baja California Sur del gran país azteca; ella de manera clara señaló, como lo ha dicho López Obrador, que la corrupción es el principal problema del Estado mexicano.
En este sentido, desde la tribuna la aguerrida legisladora precisó como los senadores de oposición, que pertenece a la derecha mexicana, agrupada en el Partido Revolucionario Institucional, PRI, el de Acción Nacional, PAN y el Partido Verde Ecologista de México, PVEM; además, de los tibios de la Nueva Alianza, PANAL y el Partido de la Revolución Democrática, PRD, a quienes también llamó «tapaderas» de los muy cuestionados gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, a quienes se les ha denunciado por diversos hechos de corrupción.
De ahí que, frente al silencio que mantuvieron los legisladores mexicanos durante los anteriores periodos presidenciales -sexenios-, la senadora señaló: “...ahí sí no dijeron ni pío”.
Las lecciones del lenguaje
Esta es una lección de lenguaje directo y coloquial, que no se sonroja, pero le planta cara a la realidad; para algunos no dejará de ser parte del exotismo de la izquierda o de quienes se reconocen y llevan puesta la dignidad de una nación; también, la simple anécdota de lo ordinario y lo incorrecto políticamente.
A pesar de ello, nadie duda hoy que el acto locutivo, ilocutivo e perlocutivo tuvo éxito por parte de la senadora mexicana, que sin utilizar la grandilocuente retórica ni el echar mano de las estrategias discursivas de la tecnocracia -”los expertos”-; de la diplomacia o la “decencia” parlamentaria, maximizó el mensaje.
Es más, deja claró, que así los medios de información se sientas ofendidos y los demás profundamente conmocionados, esto nos hace falta en Colombia, porque a las cosas hay que volverlas a llamar por su nombre y como la gente lo entiende mejor, así los otros intenten descalificarnos bajo el “síndrome de la polarización”.
Frente a la trampas del lenguaje, lo demás es simple simulación de la clase política, que usa como estrategia el llanto en los juzgados, para conmover a sus seguidores. A pesar de ello, hoy necesitamos menos circo, cero melodrama y más valientes, que como Lucia Trasviña Waldenrath, se atrevan a decir la verdad sin el glamuroso artificio del lenguaje.
Intervención de la Senadora Lucia Trasviña Waldenrath
Fotografía: Still del Video, Senado Mexicano, 2019©.
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